Según los investigadores Julen saltó al pozo. Por eso cayó de pie. La posición de sus brazos y piernas al rescatar su cuerpo así lo indica. Lo aseguran los investigadores que lo encontraron. «La caída llegó a los 71 metros y se topó con un suelo de arena». A falta de la autopsia definitiva la caída pudo causarle la muerte inmediata.  Lo ha dicho el propio ministro del Interior: «71 metros un menor yo creo que es una precipitación importante».

El pozo era tan estrecho que Julen se golpeó la cabeza con las paredes, por eso encontraron mechones de pelo y restos biológicos en la tierra que succionaron. Julen quedó enterrado entre el tapón y el relleno que hizo el pocero, según declaró. El delegado del Gobierno de Andalucía ha dejado claro que el pozo estaba lleno de tierra hasta esa cota. De hecho eso motivó la entrada por la cota 72 de manera ascendente, porque Julen era parte del tapón.

Se han llevado tierra del tapón que tanto quebraderos de cabeza ha dado y el análisis visual indica que puede ser del propio pozo. Se explicaría por un derrumbamiento en la caída. No era tan compacto pero se evitó perforarlo desde arriba para no dañar a Julen. Además las piedras que tenía impedían que funcionara bien la bomba de succión.

Ahora se investigan las causas de la caída. Un homicidio imprudente. Porque el pozo no estaba sellado. El dueño de la finca familiar de Julen y el pocero se echan la culpa. El ministro ha evitado la palabra accidente por una cuestión jurídica. No quiere calificar los hechos todavía.